Las autoridades exhumaron 11 restos óseos en la finca La 35, ubicada en San Pedro de Urabá, Antioquia, que sirvió de campamento al ex cabecilla paramilitar Carlos Castaño Gil.
De acuerdo con la información obtenida en ese lugar, las víctimas fueron amarradas, torturadas y mutiladas por los miembros de autodefensas a órdenes de los Castaño, entre 2000 y 2002.
La comisión judicial, compuesta por un fiscal de Justicia y Paz, integrantes del DAS y del Grupo de NN y Desaparecidos del CTI, identificó de manera preliminar a dos de las víctimas como Luis Izquierdo Vila y Carlos Manjarrés Berrío, campesinos de la zona.
Igualmente, los funcionarios recuperaron un cuerpo en el corregimiento El Totumo, municipio de Necoclí.
Los restos recuperados fueron trasladados al Laboratorio de Identificación Especializada del CTI en Medellín, para su identificación plena.
En los últimos meses la Fiscalía, con el apoyo del DAS, ha exhumado en el norte de Urabá restos pertenecientes a 50 personas.
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