jueves, 5 de enero de 2012

La desconfianza es el mayor enemigo

SANTA MARTA: ESTADOS ALTERADOS
Por: Alejandro Árias

Foto: turismo
Esta mañana fueron prolíficas las declaraciones del Gobernador del Magdalena, el Alcalde de Santa Marta y los diputados magdalenenses en relación con el cierre de toda actividad comercial en la zona urbana y rural de Santa Marta; excepto el Rodadero y sus zonas de influencias en Pleno Mar y Bello Horizontes.
Casi al unísono lamentaron por estar, nuestra sociedad, secuestrada por las bandas criminales. Pero lo único verdaderamente cierto es que Santa Marta no está secuestrada por las bandas criminales sino por la desconfianza y la incredulidad que hoy inspiran las autoridades administrativas, judiciales y policivas. Nadie les cree!
Y no les cree porque la policía se ha dedicado a jugar a la política y ha mentido en los aspectos relevantes de la seguridad ciudadana. No hay muerto que no esté justificado en sus comunicados de prensa: lo mataron porque era abogado, era periodista, era mendigo, era desmovilizado, era cualquier cosa por la que se justifica los hayan asesinado; si, y por cuenta de ello la sociedad debería estar tranquila.
Y las autoridades administrativas han resultado ser más peligrosas que las bandas criminales. Aquellas no solo nos han asesinado con paseos de la muerte, negación sistemática de salud pública, etc. sino porque han rapado los recursos con los cuales se pueden mejorar las condiciones de vida de quienes hoy están no sólo en circunstancias de miseria sino de desesperanza. Basta con que nos hayan hecho creer que esta ciudad es una de las 8 con menor desempleo, no hay anden no tenga a un desarraigado casi mendigando con dulces, ollas de sopa o minutos.
Se calcula que en la ciudad hay más de 25 hombre, entre 18 y 35 años, sin nada que hacer, sin capacitación y sin posibilidades de algo mejor a los $ 700 mil pesos mensuales que ofrecen las bandas criminales como patrulleros.
No miente el General José David Guzmán, Comandante de la regional 6 de la Policía, cuando a Semana.com señaló que los Urabeños tienen capacidad de intimidación. En Santa Marta los criminales son más creíbles que las autoridades. Han sido más efectivas. Para muestra están los dos muertos diarios que en el último año han cobrado a la sociedad y segundo porque aún hoy siguen negando la existencia de los Urabeños en Santa Marta y sin embargo cerraron la misma (ver Video adjunto http://youtu.be/S8brBV6KWYg).
En el Magdalena, incluido los 29 municipios y el distrito de Santa Marta, no hay una sola letra escrita en desarrollo de una Política Pública de Seguridad Ciudadana y el modelo de Plan Integral de Convivencia y Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional apenas es un chiste mal echado. A la ciudad la tienen secuestrada los siniestros personajes que se erigen como autoridades ineptas, mentirosas y dilapidadoras del presupuesto público. Esa es la peor banda criminal.
Nuestra realidad, en materia de seguridad ciudadana, es como un ajuste del guión de la célebre película Estados Alterados aquella en la que un científico realiza experimentos consigo mismo utilizando un equipo de privación sensorial al que luego le añade poderosas drogas alucinógenas y con ello procede a explorar esos estados alterados, sometiéndose a experiencias que hacen que la locura parezca una bendición.
El problema no nace con las bandas criminales el problema tiene su causa en el abandono de las autoridades y su mezquina forma de considerar que los samarios somos ratones de experimentos con los estados alterados.

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