REUTERS Por Luis Jaime Acosta | Reuters (Tomado de Yahoo Noticias)
Alias Timochenco |
BOGOTA (Reuters) - Hace poco más de una década las FARC eran una
poderosa guerrilla que amenazaba con desestabilizar al Estado
colombiano, pero en el 2011 están en su momento de mayor debilidad tras
la ofensiva militar que acabó con varios de sus líderes y las confinó a
zonas aisladas.
Aunque lejos de haber sido desactivadas, analistas
creen que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no
podrán retomar su anterior vigor y deberán limitarse a operaciones de
baja escala, luego de que el Ejército probara que puede infiltrar su
estructura.
El grupo rebelde rechazó la semana pasada la exigencia
del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos de desmovilizarse y
ratificó que seguirá la lucha armada que ha afectado al país desde hace
casi cinco décadas y que a fines de 1990 llegó a alumbrar la idea de que
Colombia era un Estado fallido.
Pero tras la caída de Alfonso Cano, máximo líder de las
FARC muerto a principios de noviembre a manos de las fuerzas de
seguridad y del nombramiento de Timoleón Jiménez como su sucesor, un
sondeo de Invamer Gallup mostró que el 84 por ciento de la ciudadanía
cree que el Estado puede derrotarlas.
En poco más de tres años las FARC perdieron a cinco de
sus siete máximos dirigentes y debieron recluirse en áreas montañosas o
selváticas, donde servicios de inteligencia dicen que tienen una red de
narcotráfico que les permite financiarse.
"No hay la menor duda de que están pasando por su peor momento", dijo el analista Rafael Nieto. AMPLIACIÓN