Aunque algunos consideran que el
gobierno debería responder con generosidad, para el presidente colombiano se
trata de un gesto importante pero insuficiente. Más allá de la polémica por la
propuesta, se trata de un anuncio histórico. Por BBC Mundo - 27/02/2012 - 10:16
La decisión de la guerrilla de
las FARC de liberar a 10 integrantes de la Fuerza Pública colombiana que
mantenían privados de la libertad hace 14 años y el fin de los secuestros
extorsivos produjo reacciones variopintas: la felicidad de los familiares de
quienes fueron plagiados, la cautela del gobierno y la clase política y las
interrogantes sobre lo que puede significar este histórico paso en una guerra
que ya completa cuatro décadas.
El alborozo de los familiares es
inocultable: "Ya no veo a mis viejitos (los padres de los militares y
policías secuestrados) llorando de dolor. Ahora, los veo llorando de
felicidad", dijo Marleny Orjuela, la mujer que durante años ha luchado por
la liberación de estos secuestrados y que fue escogida por las FARC para
recibir a los que podrían ser los últimos hombres en estar encadenados en las
selvas colombianas.
Pero la felicidad no ha ocultado
las dudas que generó este inusitado anuncio.
¿Cómo debe responder el gobierno
de Colombia a esta oferta?, ¿se les debe creer a las FARC?, ¿empieza a una
nueva etapa de negociación en el largo conflicto colombiano?, y ¿cuál es la
dimensión histórica de este anuncio?, fueron las primeras interrogantes que
afloraron tras la declaración del grupo guerrillero, publicada en su sitio web.
Líderes de todas las orillas
políticas se apresuraron a aventurar la respuesta que debería dar el gobierno
colombiano.
Mientras el expresidente Ernesto
Samper, de centro izquierda, sostuvo en su cuenta de Twitter que "la
declaración de las FARC es un gesto de voluntad que pidió Juan Manuel Santos.
El gobierno debe responder con generosidad", el también expresidente
Álvaro Uribe no dudó en señalar el gesto como un acto "engañoso".
El presidente Santos optó por
tomar un camino intermedio: valoró el anunció, pero les advirtió a los
comandantes guerrilleros que este no es suficiente. "Valoramos el paso de
las FARC de renunciar al secuestro como un paso importante y necesario, pero no
suficiente en la dirección correcta", dijo el mandatario en declaraciones
ofrecidas a través de su servicio de prensa.
NO ES SUFICIENTE
Analistas del conflicto
colombiano, como el profesor Alfredo Rangel de la Universidad Sergio Arboleda,
sostienen que las FARC deben ofrecer otros gestos tan audaces como proponer el
fin de los secuestros extorsivos y la liberación de los soldados y policías que
mantienen privados de la libertad.
"Es un anuncio con el que le
apuntan a un diálogo, pero no es suficiente porque no se han cumplido todas las
condiciones", dice Rangel, tras ser consultado por BBC Mundo. El analista
asegura que la oferta válida sería declarar una tregua unilateral,
incondicional y transparente o de lo contrario, la población colombiana
seguiría siendo víctima de otros delitos, como el terrorismo, el reclutamiento
de menores y otras extorsiones.
De hecho, los datos más
conservadores indican que en la última ofensiva de las FARC, realizada en los
departamentos de Cauca y Nariño, unas 15 personas perdieron sus vidas y otras
100 resultaron heridas. Además, el diario EL TIEMPO reveló que este grupo
guerrillero y su par: El Ejército de Liberación Nacional (ELN) hicieron un
pacto para apoderarse de la minería ilegal en el noroccidente de Colombia, lo
que implicaría daños ecológicos no cuantificados.
Otros expertos anotan que será
muy difícil para las FARC demostrar que no están involucradas en nuevos
secuestros con fines económicos. "Hay muchos antecedentes que demuestran
cómo las FARC les han fallado a los colombianos. En las negociaciones de La
Uribe (1984) también habían propuesto el fin de los secuestros y no
cumplieron", dijo a BBC el presidente de la Cámara de Representantes,
Simón Gaviria. "Se podrían camuflar en grupos de delincuencia organizada
para seguir cometiendo este delito", añade Rangel.
Como si se anticiparan a este
debate, las FARC advierten en el primer párrafo de su declaración sobre las
descalificaciones que sufren sus propuestas. "Cada vez que hablamos de
paz, de soluciones políticas a la confrontación, de la necesidad de conversar
para hallar una salida a los graves problemas políticos y sociales que origina
el conflicto armado en Colombia, se levanta enardecido el coro de los amantes
de la guerra a descalificar nuestros propósitos de reconciliación", dicen.
"Si las FARC esta vez
cumplen su palabra, es un paso positivo en la reconciliación de los
colombianos", sostiene, a su vez, el senador Juan Fernando Cristo, autor
de la Ley de Víctimas, la cual busca compensar a quienes han sufrido las
atrocidades del conflicto. Leer más
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